Veinticuatro nuevos países anunciaron que se unirán al Compromiso Mundial sobre el Metano, impulsado por la Unión Europea y Estados Unidos, entre los que se encuentran nueve de los veinte principales emisores del mundo de este gas en gran parte responsable del calentamiento global del planeta.
Se trata de Alemania, Canadá, República del Congo, Costa Rica, Costa de Marfil, los Estados Federados de Micronesia, Filipinas, Francia, Guatemala, Guinea, Israel, Japón, Jordania, Liberia, Malta, Marruecos, Nigeria, Pakistán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Ruanda, Suecia y Togo.
«Con estos compromisos, nueve de los veinte principales emisores de metano del mundo participan ahora en el Compromiso, lo que representa alrededor del 30 % de las emisiones mundiales de metano y el 60 % de la economía mundial», subrayaron en un comunicado conjunto la Unión Europea y Estados Unidos.
El anuncio de este pasado lunes coincide con la celebración de una reunión ministerial virtual copresidida por el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea y responsable del Pacto Verde, Frans Timmermans, que dirige las negociaciones internacionales de la UE sobre el clima, y el enviado presidencial especial estadounidense para el Clima, John Kerry, para movilizar más apoyos al Compromiso Mundial sobre el Metano.
En sus discursos de apertura de la reunión, tanto Timmermans como Kerry, así como la directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Inger Andersen, afirmaron la importancia «crítica» de reducir rápidamente las emisiones de metano como la estrategia «más eficaz» para frenar el calentamiento global a corto plazo y mantener el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 grados centígrados.
Compromisos presupuestarios
Además, más de 20 organizaciones filantrópicas anunciaron compromisos combinados de más de 200 millones de dólares para apoyar la implementación del Compromiso Global de Metano.
Esta iniciativa nació en el Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima (MEF), celebrado el 17 de septiembre pasado, donde la lanzaron la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en nombre de la Unión Europea (UE), y el presidente de EE.UU., Joe Biden y a la que se sumaron otros siete países. Se trataba de Argentina, Ghana, Indonesia, Irak, Italia, México y el Reino Unido.
El objetivo de la UE y de EE.UU. es de seguir «reclutando» más países para el Compromiso Mundial sobre el Metano, una iniciativa que se lanzará en la Cumbre de Líderes Mundiales durante la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que se celebrará en noviembre en Glasgow (Reino Unido).
Los países que se adhieran a la misma se comprometen a alcanzar el objetivo colectivo de reducir para 2030 las emisiones mundiales de metano en al menos un 30% con respecto a los niveles de 2020.
Si se consigue aplicar de forma exitosa, esta iniciativa reduciría el calentamiento global en al menos 0,2 grados centígrados para 2050, según el comunicado.
El metano es un potente gas de efecto invernadero y, según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, es responsable de cerca de la mitad del aumento neto de un grado centígrado de la temperatura media mundial desde la era preindustrial, lo que hace que la acción contra el metano sea un complemento esencial de la descarbonización del sector energético.