La ola de calor que ha castigado Europa durante las últimas fechas da muestras de agotamiento aunque deja tras de sí una secuela catastrófica de incendios forestales que han quemado varios cientos de miles de hectáreas en el viejo continente.
El país más afectado es España donde la ola de calor terminó formalmente a comienzos de semana pero el Gobierno ha reconocido una cifra de 70.000 hectáreas calcinadas solo hasta el 10 de julio, si bien las estimaciones del organismo europeo EFFIS basado en las imágenes vía satélite de Copernicus afirman que únicamente en las últimas 24 horas se quemaron 10.000 hectáreas más.
El mismo sistema calcula que, en los últimos seis meses y medio, ardieron más de 193.000 hectáreas forestales en España, lo que supera la cifra récord que hasta ahora ostentaba 2012 y coloca al país al frente de una triste clasificación: la de los países europeos más afectados por el fuego en lo que va de año, en la que también figuran Rumanía -con cerca de 150.000 hectáreas-, Portugal -casi 47.000-, Francia -casi 40.000-, Croacia -casi 31.000- e Italia -más de 25.000-.
En Francia, la alerta de calor también ha finalizado en las últimas horas con una bajada de temperaturas que ronda los diez grados, aunque se mantiene el aviso naranja en el sureste del país, sobre todo en la región de Provenza Alpes Costa Azul, con máximas de más de 35 grados.
Quedan igualmente los incendios, como los dos activos y sin estabilizar desde hace días al sur de Burdeos, que ya han arrasado 20.600 hectáreas, si bien avanzan más lentamente y en las últimas horas no ha sido preciso proceder a más evacuaciones.